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FASE I

Dando los primeros pasos con seguridad

Es posible que seas un emprendedor en fase muy temprana: tienes una idea en papel o poco desarrollada y deseas explorarla. Quizás eres joven, desconocedor del medio emprendedor y de lo que precisa el lanzamiento de una iniciativa, y tienes serias dudas sobre la viabilidad de tu proyecto.

Pero también es posible que no seas ya tan joven, que con los años hayas ido acumulando conocimiento y experiencia y ahora deseas desarrollar cosas por tu cuenta -con independencia de si sigues o no profesionalmente en activo aún- pero no sabes exactamente cómo hacerlo…

Y ¿cómo no? podrías ser alguien con experiencia en el mundo profesional, pero que desea dar un giro a su vida, porque los éxitos y logros pasados y presentes de tu vida laboral no terminan de llenarte, y buscas una alternativa con garantías.

Nuestra propuesta de valor

Lamentablemente, el concepto de propuesta de valor se viene manejando con la misma ligereza y superficialidad que el de orientación al cliente… Son dos expresiones que suenan tan absolutamente poderosas, que resultaría inconcebible no mencionarlas de forma destacada y repetitiva, como elementos clave -a la vez que diferenciadores y fortalecedores- de una iniciativa de nueva creación.

La realidad es más bien distinta. Las propuestas de valor pocas veces son absolutas… pues ni todos los productos y servicios son iguales, ni sus destinatarios son los mismos. Tiene sentido, ¿no? Hablamos de segmentos, subsegmentos y nichos de mercado; del Marketing Mix aplicable a colectivos distintos entre sí; de la orientación o filosofía propia de cada iniciativa; de sus recursos presentes y futuros; etc.

La propuesta de valor debe ser, además de una premisa o una línea de actuación prioritaria, una respuesta diferenciadora ‘real’ a los problemas o necesidades (presentes y/o futuras) de un colectivo determinado. No hay absolutos (todo para todos), hay relatividad (sólo lo que precise cada colectivo); no hay apuesta firme en el tiempo (la clientela es voluble y cambiante en sus decisiones), hay anticipación y adaptación… Y así podríamos seguir…

Pues bien, la propuesta de valor de Dreamland para sus emprendedores orbita sobre esta premisa básica del mercado (esta no es una invención de las startups: la necesidad de diferenciación existe desde el primer día que se intercambió una pieza de caza por frutos recolectados), y, expresada de forma genérica, vendría a ser:

  • Una opción real, profesional, humana y efectiva para llevar cualquier iniciativa al siguiente nivel.
  • Soluciones para todo tipo de iniciativas, con independencia de su nivel de desarrollo, sus recursos actuales (económicos, tecnológicos, humanos…), su alcance, sus públicos y sus expectativas…
  • Aportación de todos los elementos precisos para conceptualizar, desarrollar y poner en marcha una idea y hacerla realidad (mentoring, formación, marketing digital y redes sociales, desarrollo de software, networking, conocimiento, inversión y talento…).
  • Sistema de crecimiento modular, gradual y secuencial -con un acompañamiento continuo-, de forma que un proyecto pueda evolucionar desde un par de folios hasta una iniciativa participada por capital de terceros.
  • Formación y mentoring impartidos por un equipo multidisciplinar y realmente conocedor y experto del ecosistema emprendedor (no hay lugar para académicos teóricos).
  • Formación adecuada a las características estructurales y coyunturales (ojo) de cada iniciativa.
  • Sesiones de mentoring estructuradas y muy específicas, de forma que respondan a las necesidades específicas y puntuales de cada iniciativa.
  • Facilitación para la solicitud y/o gestión de ayudas y subvenciones que contribuyan a aligerar la presión de caja, o los gastos iniciales, o de explotación o relacionados con inversiones en desarrollos futuros.
  • Conocimiento de los recursos, herramientas, resortes y foros para la obtención de financiación de terceros.
  • Networking sobre la base del concepto de innovación abierta; es decir: sugerencia de aprovechamiento de sinergias -en función de diversos criterios- con otros proyectos de emprendimiento de particulares, empresas, ONGs e instituciones públicas y privadas.
  • Acceso a un fondo documental con informaciones cuidadosamente seleccionadas sobre públicos, mercados, tendencias, metodologías y tecnologías, dentro de nuestra estrategia de Big Data, cuyo fin es aportar el máximo de información relacional/relativa; de forma que cada cual no sólo haga un aprovechamiento privado, sino que, además, sea capaz de alimentar el ‘sistema global’ para que pueda seguir generando ‘data’ de valor para todo el ecosistema.

Mención aparte merece nuestra novedosa y disruptiva Scouty®: un motor de Big Data alimentado con algoritmos de Inteligencia Artificial (IA), que favorece la interconexión entre iniciativas de origen muy dispar, atendiendo hasta una treintena de factores que generan matches (compatibilidades de alta probabilidad), en su motor de procesamiento de datos. Es capaz de generar recomendaciones de sinergias y acciones colaborativas entre empresas, instituciones públicas y emprendedores como no se ha conocido hasta la fecha.

Qué tipo de iniciativas buscamos

Seamos francos, directos y sobre todo sinceros. En Dreamland tenemos un gran aprecio por el tiempo e incluso más por su aprovechamiento, luego no deseamos ni que los emprendedores ni que nuestro equipo empleé más del necesario en ver si en este preciso momento podemos trabajar juntos…

Seguramente a alguno le resultará extraño. Pero no lo es. Hay súper consultoras, estrictas hasta el límite, y hay consultoras permisivas hasta extremos impensables. No podemos -ni queremos- hablar por las demás. En Dreamland somos ciertamente selectivos –es cierto-, pero a cambio ofrecemos algo que ninguna otra empresa dedicada a la definición, desarrollo, crecimiento, incubación, networking, lanzamiento y captación de inversión de startups está en capacidad de ofrecer hoy en día.

El primer paso para que podamos considerar esa colaboración que tanto deseamos con los cientos o miles de emprendedores que en este momento anhelan y necesitan dar un salto de calidad (y además con Dreamland), es conocer seis aspectos básicos de su iniciativa:

  1. Propuesta de valor. ¿Qué solución se aporta frente a una necesidad o problema (actual y/o futuro)?
  2. Mercado y públicos objetivos. ¿A qué público y en qué condiciones diferenciales de su competencia (si es que la tiene) se ofrecería el producto o servicio?
  3. Modelo de negocio. ¿Cómo generaría ingresos de forma recurrente y/u ocasional?
  4. Aptitud + actitud. Apartado subjetivo: se solicita información sobre el equipo, su formación y experiencia, así como las incorporaciones que se preverían para el éxito de la iniciativa;
  5. Estado de la iniciativa. ¿Unos pocos folios? ¿Un producto/servicio que ya se está comercializando? ¿En qué punto exacto se encuentra el desarrollo del proyecto?
  6. Recursos. Equipo, tecnología, finanzas…

 Nada nos gustaría más que sentarnos con cada uno de los emprendedores interesados en nuestros tres programas de emprendimiento, para poderles escuchar personalmente, con el mismo interés, escucha activa y cariño que ponemos en todo aquello que hacemos, pero no es una alternativa viable.

Por tanto, hemos habilitado un formulario en nuestra página web para recoger esa información básica que precisamos para valorar una posibilidad de colaboración (ojo: futura o presente). No se trata de un cuestionario de acierto o fallo, sino de una exposición sincera -entusiasta pero realista-, de aquello que se está haciendo hasta la fecha en cada iniciativa.

Los resultados que arrojen los formularios no tienen por qué ser definitivos de por sí. Puede que Dreamland encuentre iniciativas que encajen de primeras, otras que con ciertas explicaciones complementarias pudieran hacerlo y otras que quizás no satisfagan los requisitos mínimos exigidos en este momento, pero puede que sí en un tiempo razonable.

En cualquier caso (y a diferencia de otras muchas organizaciones donde no se perciben personas sino números de solicitudes), todas aquellas iniciativas que cumplimenten el formulario de forma cabal, cuidada y cariñosa en términos de empeño por explicarse, recibirán una respuesta razonada por parte de Dreamland.

Somos una organización de emprendedores, y como conocemos de primera mano lo que es el rechazo en forma de silencio, nos comprometemos a remitir un escrito que señale tanto los aspectos que hemos considerado positivos como aquellos que -a nuestro juicio- son francamente mejorables. Porque entendemos que, aunque hoy no pueda darse esa colaboración, quizás mañana sí; y, más importante aún: porque si Dreamland puede aportar, aunque sea un par de leads de mejora, algo se habrá ganado.